24h Madrid.

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Rubiño critica a Almeida por el impacto negativo del turismo descontrolado en la vida familiar en Madrid.

Rubiño critica a Almeida por el impacto negativo del turismo descontrolado en la vida familiar en Madrid.

La preocupación creciente en Madrid se refleja en el alarmante aviso de que la ciudad parece estar “en venta”, según palabras del portavoz de Más Madrid, Eduardo Rubiño. Durante el último Pleno del Estado de la Ciudad, Rubiño criticó duramente la estrategia del alcalde José Luis Martínez-Almeida, quien, según él, ha impulsado un modelo turístico desmedido que está destruyendo la esencia y el carácter de las calles madrileñas. Esto, sostiene, ha traído consigo graves obstáculos para las familias que intentan criar a sus hijos en un entorno que cada vez se torna más hostil.

Rubiño no perdió la oportunidad de felicitar a Almeida y a la líder de la oposición, Rita Maestre, por su reciente paternidad, pero rápidamente llevó la conversación a un tono de crítica y alarma por el rumbo que está tomando la capital. "Señor Almeida, esta ciudad no está de moda, está a la venta", enfatizó, subrayando que las políticas implementadas son un reflejo del interés de una minoría privilegiada que se beneficia a expensas de la mayoría de los ciudadanos.

En su discurso, Rubiño planteó la necesidad de construir una ciudad que sea "igualitaria, abierta y solidaria", en oposición a lo que describió como un modelo que se asemeja al de Miami, un lugar que lidera los rankings de desigualdad en los Estados Unidos. “El empobrecimiento de la clase media, junto con un turismo desenfrenado, está dañando el carácter y la identidad de Madrid”, aseguró, advirtiendo que esta tendencia solo agrava la situación social y económica de los madrileños.

El líder de Más Madrid destacó que la administración local ha tendido "una alfombra roja a los especuladores", lo que contempla como una traición a los intereses del público en favor de unos pocos. La política fiscal del Gobierno, a su juicio, favorece a un entorno empresarial que nunca ha dejado de prosperar, mientras que las iniciativas destinadas a lo público son ignoradas y ahogadas por prioridades privadas.

Con un tono crítico, Rubiño advirtió que Madrid se está convirtiendo en un lugar cada vez más inaccesible, donde el costo de la vida consume un porcentaje exorbitante del salario de los ciudadanos. Señaló que la dificultad de encontrar escuelas infantiles y espacios públicos adecuados es un indicativo de cómo la ciudad ha olvidado sus obligaciones con sus habitantes, dejándolos en manos de un turismo masivo que distorsiona la cotidianidad de la vida madrileña.

Además, lamentó que el mantenimiento de las áreas verdes de Madrid ha sido descuidado, señalando que el Gobierno actual no ha tomado las medidas necesarias para adaptarse al cambio climático. Criticó la gestión del legado de Manuela Carmena, sugiriendo que la falta de propósito y acción ha llevado a la muerte de muchos árboles urbanos que antes eran parte de la vitalidad de la ciudad.

Durante su intervención de veinte minutos, Rubiño ensalzó el trabajo de aquellos que han luchado por salvar sus barrios, resaltando la dignidad de comunidades que se han enfrentado a la especulación con determinación. Su sensación de impotencia ante lo que percibe como un rumbo desolador para Madrid resuena con muchas voces que ven cómo su ciudad se transforma en un lugar cada vez más alienante.

En otro momento de la sesión, criticó el modelo de Almeida, al que describió como centrado en la privatización, afectando desde la educación universitaria hasta los espacios culturales, haciendo hincapié en la precariedad que enfrentan los jóvenes para acceder a eventos que deberían fomentar la cultura y el diálogo comunitario.

Rubiño compartió su preocupación por el estado del comercio local, señalando que hay una creciente cantidad de locales vacíos, especialmente en distritos como Puente de Vallecas y Carabanchel que, a falta de apoyo, están sucumbiendo a la especulación inmobiliaria. “El pequeño comercio no solo es parte de la economía local, sino que crea comunidad”, enfatizó, contrastando su valor con el creciente fenómeno de los apartamentos turísticos.

Haciendo un llamado a la diversidad y la inclusión, Rubiño recordó que la historia de Madrid está entrelazada con la inmigración, insistiendo en la importancia de reconocer el papel fundamental que juegan los nuevos residentes en la conformación de la identidad de la ciudad. Criticó los discursos xenófobos que buscan despojar a las comunidades migrantes de sus derechos y resaltó que todos tienen cabida en la Madrid del futuro.

Finalmente, Rubiño advirtió que la lucha en curso es entre una democracia vibrante y una oligarquía que busca perpetuarse, reafirmando que la verdadera libertad radica en garantizar condiciones dignas para todos los residentes, donde se priorice el bienestar colectivo sobre el beneficio individual. “Queremos un Madrid donde cada persona tenga acceso a una vivienda adecuada, educación completa y un sistema de salud accesible, una ciudad donde todos podamos ser auténticos sin las cadenas de la desigualdad”, concluyó.