Ayer martes tuvo lugar la primera de las comisiones semanales de seguimiento en Madrid, un espacio donde se reúnen los responsables de las obras en la calle Doctor Esquerdo 138 y representantes de las doce comunidades de propietarios más afectadas por los trabajos que se están llevando a cabo.

Durante esta reunión, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, compartió que el Ayuntamiento ha estado proporcionando mediciones diarias de amianto en el aire, aunque no se requiere por ley. “Los resultados han sido alentadores, ya que no se detecta ni una sola fibra de amianto”, destacó la funcionaria, enfatizando la importancia de la transparencia en el proceso.

La comisión fue fruto de un acuerdo alcanzado en una reunión previa, donde se trataron las inquietudes y preocupaciones de los vecinos. Según García Romero, se proporcionó documentación que respalda el cumplimiento de la normativa vigente, resaltando el compromiso de la Administración por mantener a la comunidad informada y satisfecha con el desarrollo de la obra.

La delegada reiteró que la demolición se efectúa siguiendo estrictamente todas las normativas de seguridad, y recordó que el Ayuntamiento a menudo realiza trabajos de retirada de amianto en sus instalaciones, siempre respetando los protocolos establecidos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

En respuesta a las críticas sobre la falta de comunicación inicial, García Romero explicó que, tras las sugerencias del concejal de Más Madrid, Nacho Murgui, se decidió ofrecer información más detallada a los vecinos, complementando así la carta inicial enviada por la empresa encargada de la retirada del amianto.

Otro punto de interés fue la insistencia de varios vecinos por posponer los trabajos hasta octubre, petición que también fue respaldada por la oposición. Sin embargo, los técnicos presentes en la reunión aseguraron que no existían motivos suficientes para detener las obras, argumentando que llevar a cabo estos trabajos en verano era preferible para evitar complicaciones durante la temporada de lluvias.

La edil también subrayó que la retirada de amianto es un procedimiento habitual en la ciudad, y recordó que se estaba actuando sobre materiales "no friables", que presentan un menor riesgo de liberar fibras al aire. “Estábamos preparados y contábamos con todas las autorizaciones necesarias para continuar con la obra”, añadió.

La oposición ha hecho eco de sus preocupaciones en el Pleno, donde Murgui cuestionó la falta de consideración con los vecinos, mientras que otros miembros de la oposición criticaron la gestión actual como una "chapuza" y exigieron más rigor, dejando entrever una creciente inquietud sobre la situación en la zona.